Los laboratorios de movimiento se realizan en diferentes formatos para estructuras culturales, lugares de creación y difusión artística e instituciones educativas
Los talleres se han ofrecido en el sur de Francia (Pirineos Orientales), en Burdeos (Darwin) así como en el marco del Festival Internacional de Danza Contemporánea de Bolivia 2020
Peso. La velocidad. El espacio. El sudor. Luz. Pieles. Mirada. Crescendo. Distancias. Clímax. Abandono. Inmovilidad. Huele. Pequeño. La respiración. Presencia.
Las técnicas de expresión corporal se sitúan en la frontera entre el cuerpo social/educado y el cuerpo orgánico/poético. A través de diversas instrucciones de improvisación, el participante establecerá sus propios límites físicos dentro de una serie de ejercicios grupales e individuales hacia la creación de movimientos, espacios y relaciones singulares.
El laboratorio no es un espacio de demostración de técnicas, sino un observatorio del aprendizaje en el que el facilitador actuará como guía. Abierto a preguntas, dudas y fracasos, se alimenta de sus propuestas creativas para ser más permeable, fresco y efímero.
Nuestro objetivo es ir al encuentro de nuestros paisajes interiores y codearnos con nuestra imaginación invisible. Nos tomaremos el tiempo para bailar, para poner en palabras lo que creamos y lo que transformamos.
Los laboratorios de movimiento se realizan en diferentes formatos para estructuras culturales, lugares de creación y difusión artística e instituciones educativas
Los talleres se han ofrecido en el sur de Francia (Pirineos Orientales), en Burdeos (Darwin) así como en el marco del Festival Internacional de Danza Contemporánea de Bolivia 2020
Peso. La velocidad. El espacio. El sudor. Luz. Pieles. Mirada. Crescendo. Distancias. Clímax. Abandono. Inmovilidad. Huele. Pequeño. La respiración. Presencia.
Las técnicas de expresión corporal se sitúan en la frontera entre el cuerpo social/educado y el cuerpo orgánico/poético. A través de diversas instrucciones de improvisación, el participante establecerá sus propios límites físicos dentro de una serie de ejercicios grupales e individuales hacia la creación de movimientos, espacios y relaciones singulares.
El laboratorio no es un espacio de demostración de técnicas, sino un observatorio del aprendizaje en el que el facilitador actuará como guía. Abierto a preguntas, dudas y fracasos, se alimenta de sus propuestas creativas para ser más permeable, fresco y efímero.
Nuestro objetivo es ir al encuentro de nuestros paisajes interiores y codearnos con nuestra imaginación invisible. Nos tomaremos el tiempo para bailar, para poner en palabras lo que creamos y lo que transformamos.